Es un mandamiento positivo para el hombre enseñarle a su hijo Torá. Si su padre no le enseñó, está obligado a estudiar él mismo. (Shuljan Aruj, Iore Dea, 245:1)
Esta semana comenzamos a estudiar una nueva sección del Shuljan Aruj. En está ocasión en el Tur (columna) denominada Iore Dea. Comenzaremos a estudiar por las próximas semanas las leyes de Talmud Torá, de la educación según nuestras fuentes. Iosef Caro, autor del Shuljan Aruj, comienza está sección con un axioma: es un mandamiento positivo que el padre le enseñe Torá a su hijo. La educación en el pensamiento judío comienza en el hogar y es la tarea cardinal de los padres educar a sus hijos. Quizás este mandamiento represente una de las grandes revoluciones del judaísmo en la historia universal: la educación no es una cosa de pocos sino un derecho de todos. Todo niño tiene derecho a ser educado y todo padre tiene la obligación de educarlo. La tradición judía ha hecho del estudio un mandamiento religioso, el mandamiento quizás más elevado de todos. Iosef Caro aclara también que si él padre por algún motivo fue negligente en el cumplimiento de este mandato el hijo no puede eximirse de la responsabilidad, él mismo cuando crezca tiene la obligación de procurase la propia educación. Estudiar es un derecho y una responsabilidad.
(Shuljan Aruj, Iore Dea, 245)