Iaakov huye, cae la noche y recoge unas piedras para dormir, y sueña… ¿Qué sueña Iaakov? Una escalera apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo con ángeles que subían y bajaban, y a lo alto, Ado-nai bendiciendolo y prometiéndole protección y cuidado. Cuando llega la mañana se da cuenta cuán bendito era el lugar donde durmió, y lo llamó Bet El, la casa de D’s.
¿Por qué en la historia de Iaakov aparece el detalle de una piedra? En nuestra vida, ¿Qué nos simboliza la piedra?
Iaakov estaba escapando de su pasado, de sus mentiras, de sus engaños, de ser la persona que no se agradada a sí mismo. Allí sueña, allí se encuentra con que las cosas pueden ser de otra manera. Encuentra a Dios en su vida, se da cuenta que el lugar en el que nos encontramos es la casa de Dios, es “Hamakom”, el lugar para que busquemos su presencia. Una escalera que une el cielo con la tierra, lo terrenal con lo espiritual, que enseña que lo físico no es la única realidad y que, solo al sumarle la dimensión espiritual, uno logra conectarse con la realidad más pura de uno mismo. Ángeles que representan la Tefilá, esa misma búsqueda de espiritualidad en nuestras vidas, para llenarlas, para completarlas, para hacerlas más significativas.
Y en el medio la piedra: La dificultad, la obstinación, la dureza que no nos permite abrirnos a lo Divino. El creer que por no ser físico no existe. La vergüenza de pensar o mostrar que somos sensibles. El no creer que podemos conectarnos con nuestra espiritualidad. ¡Qué piedra innecesaria! Y a su vez, que necesario detectar que esas piedras existen.
Iaakov parte de su pasado para buscar un futuro distinto. Si el pasado está representado por quienes lo antecedieron y el futuro por los que vendrán, la piedra es justamente su símbolo. En hebreo la palabra piedra se dice Even. Si tomamos las primeras 2 letras, se forma la palabra Av (padre), representando el pasado. Si tomamos las últimas 2 letras, se forma la palabra Ben (hijo), representando justamente el futuro. Av y Ben, padres e hijos, pasado y futuro, familias, vidas a desarrollar. Iaakov el nexo entre ambas.
Todos somos de alguna manera Iaakov, buscando hacer más significativas nuestras vidas y conectando el pasado y el futuro, los cielos y la tierra.
Tenemos que atrevernos a soñar más, no siempre durmiendo se sueña, simplemente tenemos que abrir nuestros corazones y entender que en la vida tendremos momentos donde estemos en lo alto, y otros en lo bajo, lo importante es mantenernos siempre firmes en esta escalera imaginaria, llena de fuerza divina, que se llama VIDA.
¡Shabat Shalom!
Jazanit Natalia Arazi
Coordinadora del Instituto de Formación de Jazanim ‘Bet Asaf’
LA PARASHÁ EN VIDEO:
Un proyecto conjunto entre el Seminario, Masorti Olami y la Asamblea Rabínica.
Los invitamos a compartir la parashá de la semana:
Parashat Vaietze por el Rab Yoni Shalom, Bet Hilel, Buenos Aires, Argentina