Desde el día que se destruyó el Templo de Jerusalém los sabios establecieron que nunca más se debería construir una casa completa como la de los reyes sino que se debería siempre dejar un pequeño lugar, de un codo por un codo, sin enyesar frente a la entrada de la puerta. (Shulján Aruj, Oraj Jaim, 559:3)
Después de enumerar todas las leyes y costumbres de Tisha veAb el Shuljan Aruj pasa a concluir esta sección con algunas reglas y costumbres generales sobre «Zejer HaJurbán» sobre el recordatorio de la destrucción. Si bien el 9 de Av es un solo día en el calendario, los sabios establecieron que debiéramos tener presente la destrucción del centro político, cultural y religiosos del pueblo de Israel, todos los días de nuestras vidas mediante diversas acciones simbólicas. Todas estas acciones y costumbres tienen en común que intentan que tomemos conciencia que la alegría no puede ser plena sin el Templo de Jerusalém, sin la unión espiritual y política del pueblo judío.
La costumbre más extendida es la primera que enumera el Shulján Aruj y que aquí citamos. En todas nuestros hogares, y no solo en nuestras sinagogas, deberíamos dejar un lugar sin terminar, un pequeño sector frente a la puerta, para verlo diariamente, el cual su estado nos recuerde a la destrucción del Templo de Jerusalém. Otra de las costumbres que instituyeron los sabios es que cuando uno tiene invitados a su casa, siempre debe dejar una silla y un plato vacío, también en recuerdo a quienes ya no están. La otra costumbre muy reconocida que aquí es citada por el Ramá es la de romper una copa durante el casamiento. Otra costumbre mencionada por el Shuljan Aruj, aunque ya quedo es desuso, es la de no tocar instrumentos musicales.