Para algunos será la oportunidad de volver a celebrar en familia, para otros aún no ha llegado ese momento.

Para unos y para otros, siguiendo las enseñanzas de nuestra Torá y la indicación de nuestra sabios, la Noche del Seder es la noche en que construimos y reconstruimos la memoria colectiva, contándonos la historias de los exilios de los cuales fuimos liberados, de los Mizatim que hemos salido y con esas historias las historias de nuestras familias y la de nuestro pueblo.

Fuimos esclavos del Faraón en Mitzraim y este Pesaj resonará en todas las mesas la inevitable sensación de estar atravesando una plaga.

En la mesa del hogar, núcleo familiar más cercano, compartir nuestra memoria significar transformarla en una herramienta de liberación y de construcción de futuro.

Contarmos nuestra historia, desde Mitzraim hasta hoy y, de ese modo, creamos las memorias del futuro, el el que la siguiente generación contará cómo mo vivimos el Pesaj de 5781/2021.

Este es el primer Pesaj, cada Pesaj es el primero y único, ya que cada circunstancia que vivimos aporta una comprensión a la Hágada unica.

Una pregunta que sobrevuela la celebración de Pesaj y que pocas veces la ponemos de manifiesto es es la pregunta ¿por qué el pueblo de Israel tuvo que vivir la esclavitud?

La respuesta de muchos pensadores antiguos y modernos, basados en la Torá misma y en las fuentes rabínicas dice que vivimos la opresión y el sufrimiento en carne propia para enseñarnos que debemos ser sensibles y empáticos con el dolor de los otros.

En ese sentido Pesaj es nuestra libertad y también nos interpela a estar atentos a la libertad del otro.

Cuando este año digamos al comienzo del Seder:
“Este año esclavos, el próximo seremos Libre, este año en Mitzraim, el próximo en la tierra de Israel” nos uniremos a las todas las familias que, alrededor del mundo, mirarán al futuro con esperanza en que la humanidad entera pueda salir pronto de este Mitzraim.

Rab Alejandro S. Bloch
Vicerrector del Seminario Rabínico